domingo, 9 de junio de 2013

Educación



Al buscar definiciones de educación, descubro que la mayoría de ellas son utópicas, idealizadas. Definen la educación como debería ser, no como lo que desgraciadamente aún se lleva a cabo. Algunas la definen como “medio de socialización”, una manera de que los niños comprendan su entorno y sepan desarrollarse en él. Considero este concepto de educación adecuado; sin embargo, falta dar un gran paso para conseguir esa educación.

Ken Robinson, Doctor de la Universidad de Londres y gran defensor de la importancia del arte en la educación y la sociedad, afirma que el sistema educativo está desfasado, ya que se trata de un sistema creado en la Revolución Industrial, por lo que da respuesta a las necesidades de ese momento.

Sin embargo, ahora mismo nos encontramos en la Sociedad del Conocimiento y de la Información; una sociedad que exige a sus miembros ostentar una serie de “herramientas” que no se trabajan lo suficiente en las escuelas. La sociedad se limita a seguir dando una gran importancia a materias instrumentales; es decir, lengua y matemáticas entre otras, cuando también es muy importante trabajar otros aspectos.

Algo que realmente me molesta, es que, ante la crisis económica actual, se está pidiendo a la sociedad que sea creativa e innovadora, cuando sus individuos siempre han sido educados para obtener un título universitario que supuestamente les abriría las puertas al mercado laboral. Por lo tanto, ante esta situación, debemos realmente realizar un cambio drástico, quedarnos con aquellos aspectos positivos de la educación, y buscar nuevos caminos que nos ayuden a que todos los miembros de la sociedad sean competentes, puedan valerse por sí mismos, desarrollen una actitud crítica y puedan vivir la vida de una forma completa.

Conforme voy desarrollando estas ideas, veo la gran influencia del concepto de direccionalidad, que determina lo que yo entiendo por Educación. Y es que desgraciadamente, aunque en mi infancia fui feliz en la escuela, mi camino por el Sistema Educativo ha sido duro, aburrido, desmotivador y pocas veces acertado.
Esto me hace asustarme cada vez que pienso en mi papel como maestra. Soy consciente de que nadie tiene la respuesta adecuada, de que nadie sabe cuál es el Sistema Educativo que debemos establecer, ni la metodología, ni siquiera de qué concepción de Educación es la adecuada.

Pero lo que realmente sé es qué Educación no es la adecuada: no debemos limitar a los niños, ni imponerles nada, no todo se limita a que esté bien o mal; sino que es diferente, personal, propio. No debemos deslegitimar a los niños y obligarles a que sigan un camino marcado. No podemos calificar todo lo que hagan según unos criterios estándar.

Si la sociedad es cambiante, ¿por qué la Educación no? No podemos limitarnos solamente a cambiar los contenidos, debemos cambiar la Educación “de pies a cabeza”, y para ello tenemos que cambiar nosotros.
Sin embargo, no podemos cambiar la Educación si seguimos recibiendo, en su gran mayoría, clases magistrales. No podemos aprender a trabajar con niños, encerradas en una universidad. 


“Educar es otorgar instrumentos para la liberación personal” Freire

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