viernes, 19 de abril de 2013

Manifestación de sentimientos y emociones. Expresionismo, cubismo y constructivismo

Según José Verón, "el arte es una manifestación externa de emociones internas, producidas por medio de líneas, de colores, de movimientos, de sonidos o de palabra". Por lo que, siempre que se lleva a cabo una obra de arte, hay sentimientos en ella. 

Considero que la función de manifestación de sentimientos del arte es la principal de todas ellas, ya que, ¿para qué se usa el arte sino para expresar?




Teniendo esto en cuenta, encontramos otro campo de trabajo sobre el arte con los niños: la manifestación de sentimientos. Sin embargo, a la hora de trabajar este aspecto del arte, no debemos centrarnos solamente en lo que el artista quiere expresar, sino que también debemos trabajar todo aquello que la obra nos provoque. 

En cuanto al arte como campo de análisis, he de resaltar que también es una función primordial, ya que nos permite comprender la obra de arte. De esta manera, como dice Imanol Aguirre en su artículo "Sobre los usos del arte en la escuela infantil", "trabajar con las artes –y con la cultura visual– supone conectar con los deseos, fantasías y preocupaciones que movieron a los artistas a realizar sus obras para que éstas sean ahora motores de las nuestras."

Podemos ver claramente la manifestación de sentimientos y emociones en el expresionismo, ya que el objetivo de los expresionistas era la manifestación de sentimientos, donde prima esa expresión sobre la descripción objetiva de la realidad.

Algunos autores expresionistas que podemos trabajar en el aula son Kandinsky, Monet, Munch, Van Gogh...Pero no debemos limitarnos a trabajar, como he explicado antes, aquellos aspectos mitificados de su biografía, sino que tenemos que profundizar más en su vida y sus obras, de tal manera que los niños lleguen a comprender mucho mejor el arte, e incluso lleguen a aprender los procesos que utilizan los artistas para utilizarlos ellos mismos o incluso crear otros.








Respecto al cubismo, es un movimiento artístico encabezado, entre otros, por Pablo Picasso. Surgió por un pequeño problema, y es que buscaban plasmar todas las perspectivas en la obra de arte pero en un mismo plano. Este es un gran ejemplo para trabajar con los niños: la necesidad que promueve el surgimiento del cubismo.

Existen dos tipos de cubismo: hermético y sintético. El cubismo hermético se caracteriza porque al haber tantos puntos de vista representados, parece casi abstracto. El cubismo analítico, sin embargo, se caracteriza por el uso de papier collés y del collage.




Por último, respecto al constructivismo cabe decir que se trata de un movimiento nacido en Rusia, basado en el cubismo, en el que la técnica y el proceso tienen un papel fundamental. Además, entre otros aspectos importantes, en este movimiento artístico se trabaja el espacio, elemento primordial para trabajar con los niños para conseguir una mejor comprensión del entorno.




Para pensar el espacio con los niños, creo que la escultura constructivista daría mucho juego, ya que permite a los niños una mayor manipulación de los materiales y una mejor visualización de los mismo y de aquello que quieran representar.

Un artista constructivista cercano a los niños es Jorge Oteiza. El estudio de su persona, y sus técnicas y procesos, ayudará a los niños a observar la realidad con otros ojos.






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